El pleno del mes de octubre estuvo, entre otros temas y mociones, centrado en la aprobación de las ordenanzas fiscales para el 2009. Las reuniones con el equipo de gobierno han supuesto la introducción de algunas propuestas de ICV-EUiA en las ordenanzas. La disminución del IBI en un 30% y de un 95% del ICIO (impuesto de obras y construcciones) para aquellas viviendas que instalen sistemas de aprovechamiento térmico fueron propuestas de ICV-EUiA aceptadas en las ordenanzas. El debate transparente y la postura abierta del equipo de gobierno no fueron suficientes para que el grueso de propuestas de ICV-EUiA fuesen aceptadas. La base de no incrementar los impuestos y tasas municipales por encima del IPC anual catalán previsto (excepto l'IBI que ya estaba acordada su subida por pleno en 2005) no ha sido aceptada. Esta idea, pese a estar en un municipio de baja imposición fiscal, tiene una especial importancia en épocas de crisis económicas como la actual donde las economías más débiles suelen ser las peor paradas. En definitiva, ICV-EUiA hemos defendido que en época de "vacas flacas" no debe ser la institución más cercana a la población quien más cargue las economías familiares y de las microempresas existentes en Badia. A más, la no inclusión de otras propuestas como cargar el IBI de pisos que se demuestren estar desocupados, reducir el IMC a vehículos menos contaminantes, la disminución de tasas a comercios de nueva implantación en el municipio que propongan nuevas actividades, o el eximir de esa tasa para empresas relacionadas con el mundo de la cultura (librerías, papelerías, imprentas, salas de arte,...).
En definitiva las ordenanzas fiscales han sido aprobadas por el voto favorable de todos los grupos municipales, excepto la abstención de ICV-EUiA. Una postura coherente al reconocer el esfuerzo por parte del gobierno de llegar al máximo consenso, pero realista al observar que nuestras propuestas no han sido plenamente recogidas. Es evidente que estas no son las ordenanzas fiscales que ICV-EUiA creen apropiadas para los tiempos que vivimos. El equilibrio presupuestario que la institución necesita también se puede conseguir con la elaboración del presupuesto, no solamente incrementando los impuestos municipales de manera inflacionaria en período de escasez económica.
Ahora empieza el debate del presupuesto 2009, esperemos que el necesario equilibrio económico se apoye en un presupuesto austero y riguroso que se centre en apoyar a los más débiles en medio de esta crisis económica en la que nos encontramos.
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